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LA FAMILIA NORMAL AMENAZADA

Todos conocemos la gravísima situación por la que atraviesa en la actualidad la familia tradicional, considerada como "célula básica de la sociedad", fundada en el matrimonio de un hombre y una mujer, que se comprometen a vivir juntos, a procrear y educar sus hijos y a ayudarse mutuamente por el resto de sus vidas.

Desde luego, es evidente que tal perspectiva ha perdido gran parte de la aceptación generalizada que tenía a causa de la llamada "revolución sexual" iniciada en Occidente en la década de los 60 del siglo pasado.

Tal perspectiva ha dado lugar a un desarrollo cultural centrado casi exclusivamente en el 'placer sexual', evitando en gran medida la procreación mediante el control de la natalidad y el aborto.

A todo lo cual se ha agregado la imposición generalizada de una homosexualidad comprensiva de infinidad de variantes, que también deriva en la existencia de 'otros tipos de familias' formadas por personas de un mismo sexo.

Sin embargo, no obstante el creciente dominio de esta 'revolución sexual', nada impide reconocer que la subsistencia de la familia tradicional, si bien amenazada, sigue siendo un hecho digno de la mayor atención y consideración, puesto que, dado que el ser humano pertenece al Reino Animal, la relación 'MACHO-HEMBRA' constituye la LEY NATURAL de su EXISTENCIA en el mundo.

Que en la historia humana hayan existido y existan hábitos, tendencias y preferencias de placer en las relaciones sexuales, no cabe la menor duda. Pero tales ocurrencias no son biológicas, sino el fruto directo del ejercicio de la LIBERTAD en el desarrollo y determinación de las conductas humanas. ¿Por qué?

Porque el 'placer sexual' no es una finalidad en sí mismo, sino – ESENCIALMENTE – el 'factor INSTINTIVO' destinado a propiciar y facilitar la reproducción y el desarrollo de la especie humana.

Aquí nos encontramos con dos problemas específicos, ambos de carácter ideológico, aunque diferentes, destinados a 'eliminar la familia' como expresión humana CIVILIZADA de la relación 'macho-hembra'.

La primera de estas ideologías anti-familia la formuló Carlos Marx en 1845 en sus famosas Tesis sobre Feuerbach, en las que la tesis #4 está referida directamente a la 'concepción cristiana de la familia' como sigue:

"Una vez que la familia terrenal es descubierta como el secreto de la 'sagrada familia', debe ser aniquilada teórica y prácticamente en sí misma".

Ésta es una visión compartida prácticamente por todas las corrientes socialistas de fundamento marxista –explícito e implícito–, incluso aquellas que se distancian del 'marxismo-leninista' implementado en la Unión Soviética y en todos los gobiernos comunistas de ayer y de hoy, corrientes que se identifican como 'internacionalismo socialista'.

Este socialismo está comprometido a fondo con la eliminación de la 'familia cristiana', sin hacer referencia alguna a la tesis de Marx, pero aceptándola camuflada bajo el manto de las nuevas ideologías en auge en la actualidad.

Estas nuevas ideologías se identifican primeramente con el 'feminismo' y, luego, como consecuencia de aquel, con la 'ideología de género', en cuyos desarrollos ha desempeñado un papel muy destacado la Organización de las Naciones Unidas.

En su esencia, la 'ideología de género' es ante todo el fundamento intelectual del movimiento homosexual. Su propósito no es otro que establecer el reconocimiento formal de la 'NORMALIDAD CULTURAL' de la homosexualidad y, además, aparentando negarlo, extenderlo de hecho a una 'apariencia de normalidad biológica' vía cirugías de 'transexualidad' que cambian a un hombre en mujer y viceversa, de la piel hacia afuera.

 

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